"Yo no me detendré a condenar las doctrinas de algunos modernos utopistas, que, a pretexto de emancipar a la mujer, aspiran a romper todo vínculo moral y a disolver a la familia; tales doctrinas han desaparecido en medio de la reprobación de las gentes honradas. Pero sí debo decir algunas palabras para contestar a otros espíritus generosos, que desean rescatar, dicen ellos, a la mujer de no sé qué servidumbre que las costumbres y las leyes hacen pesar sobre ella, y quieren que, al igual del hombre, intervenga en todas las funciones de la vida privada y pública, y que trate de penetrar de todos los secretos de la ciencia. Yo tengo para mí que la condición que han hecho a la mujer y el ideal que de ella se han formado el cristianismo y la moderna civilización, son la condición y el ideal que en estas líneas generales responden mejor a la esencia y al verdadero destino de la mujer. Que debe intervenir, dicen ésos, en todas las funciones de la vida privada y pública. No; no son para ella las luchas del foro, de la plaza pública o del Parlamento, ni las fatigas, los grandes afanes y temerosas aventuras de la vida exterior. Sea ella como vaso de perfumes, suave y discreta, tierna y de gusto delicado; broten de su alma limpios y castos pensamientos, y cuando casada, procure imitar la mujer fuerte del Evangelio, y ella tendrá, no todo, es verdad, pero sí lo que más importa para cumplir el destino a que la llama la naturaleza.”
Moreno Nieto, José. Influencia de la mujer en la sociedad. Madrid : Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1869.
"La mujer, reina de su casa, no debe aspirar sin embargo a igualar sus atributos a los del hombre.
Que avance la humanidad cuanto quiera por la senda de la civilización, ella no debe ambicionar otros derechos que los que hoy posee, si desea conservar la adoración que el hombre le profesa.
El día que se igualara con éste interviniendo en la cosa pública, sería el último de su felicidad, porque en ella vería el hombre un rival más de su ambición y su egoísmo.
No, la mujer ha nacido para sentir y amar en la tranquilidad del hogar doméstico.
En el momento en que abandona esta esfera, ha perdido la categoría de ángel y arrojado a los azares de la suerte la corona de su virginidad."
Torralba, Federico. La mujer : estudios histórico-filosóficos. Madrid : Imprenta de P. Gracia y Orga, 1870.
VALMAR, Conde de (Leopoldo Augusto de Cueto). “La mujer de Guipúzcoa”. : Las mujeres españolas, portuguesas y americanas tales como son en el hogar, campos, ciudades… Madrid, 1872-1874
Informazio gehiagorako:
- DIEGO, Estrella de. La mujer y la pintura del XIX español: Cuatrocientas olvidadas y alguna más. Madrid:Cátedra, 2009
- LÓPEZ FERNÁNDEZ, María La imágen de la mujer en la pintura española (1890-1914). Madrid: Antonio Machado Libros , 2006