El abanico fue uno de los complementos de moda femeninos más representativos del siglo
XIX. Los ricos materiales aumentaban su precio, por lo que fueron también un símbolo de distinción y preeminencia social.
Sobre la ANDADURA DEL ABANICO
La parte principal de su obra la conservó su familia y tres generaciones después, la familia Satrústegui Petit de Meurville vendió la colección a la Diputación Foral de Guipúzcoa.
La difusión de esta hermosa colección ya la había iniciado la familia al facilitar en 1994 la publicación del libro ilustrado de Fernando Altube 1857-1873 Guipuzcoa – San Sebastián. Didier Petit de Meurville.
Tras la compra de la colección por parte de la Diputación Foral en 2002 se amplió su difusión. En primer lugar, a través del proyecto Album del siglo XIX, al digitalizar más de 500 pinturas y ofrecerlas en las páginas web de la Diputación Foral. Más tarde, en 2009, al mostrar parte de la colección en la exposición temporal Loreak asmatzen: Naturalistas europeos en el País Vasco. Petit de Meurville-Pietro Bubani organizada por el Museo Zumalakarregi en colaboración con el Centro de Recursos Medioambientales Cristina Enea.
En ella tuvimos la oportunidad de admirar los álbumes de plantas de Gipuzkoa elaborados por el cónsul y pintor francés.
Sobre EL AUTOR
Didier Petit de Meurville nació en Haití en 1793. Su padre falleció en la revuelta de esclavos de 1795, por lo que se tuvo que trasladar con el resto de su familia a Boston. Algunos años más tarde la familia se instaló en Lyon. Didier se dedicó al comercio de la seda y se relacionó políticamente con sectores legitimistas. Al final de la Primera Guerra Carlista ayudó a los exiliados carlistas en Francia, llegando a intimar hasta el punto de realizar retratos de Don Carlos, su familia, Cabrera y varios de los que siguieron al pretendiente a Bourges. Su apoyo fue recompensado por Don Carlos nombrándole vizconde del Amparo en 1845.
En 1848 ingresa en la carrera consular y es nombrado vicecónsul en Alicante. En 1857 solicita el traslado y se instala como Cónsul en San Sebastián. Durante los 16 años que desempeñó su cargo en la capital guipuzcoana siguió desarrollando su afición por la pintura realizando numerosas ilustraciones y cuadros de paisajes de la ciudad y su entorno. Dedicó especial atención a la flora de la provincia cuya descripción se recoge en tres álbumes de ilustraciones de gran calidad. Petit de Meurville falleció en Biarritz en 1873.
Sobre LA IMAGEN
Vista de San Sebastián desde el monte Igeldo al monte Ulia; en reverso, dos mariposas y guirnalda de flores azules en el centro con flores rosas a los lados.
En el anverso se aprecia la primitiva fábrica de gas al pie del cerro de San Bartolomé, creada en 1861, y el puente de Santa Catalina de madera, sustituido por el actual de piedra en 1872. La presencia del ferrocarril y las murallas permiten datar el abanico: aunque la inauguración oficial fue el 15 de agosto de 1864, un año antes el ferrocarril ya circulaba entre Irun y la capital; asimismo, el acto oficial del derribo de las murallas fue el 4 de mayo de 1863, pero las obras se iniciaron en julio del año siguiente, por lo que probablemente la escena corresponde, salvo licencia del autor, a julio-agosto de 1864 o a los meses inmediatamente anteriores o posteriores.
Es interesante comparar la imagen con el “Panorama de San Sebastián” de la sala de al lado, elaborado 30 años antes. También con la “Vista de San Sebastián” de la sala de la Segunda Guerra, elaborada unos cinco años después.