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En marzo de 1837 el ejército liberal trataba de poner fin a la guerra conquistando el cuartel real carlista tras una maniobra envolvente realizada entre los generales Sarsfield desde Pamplona,
Espartero desde Bilbao y
Lacy Evans desde
San Sebastián. Este último era el responsable de la
Legión Auxiliar Británica. Los liberales conquistaron las alturas cercanas a la ciudad, a pesar de la dura resistencia carlista. El 15 dominaban el reducto de
Oriamendi, obligando a los carlistas a refugiarse en el fuerte de Santa Bárbara y Hernani.
Pero al día siguiente, el
Infante Don Sebastián, tras una durísima y larga marcha consigue llegar a Hernani y reforzar las tropas carlistas, que tras un sangriento contraataque reconquistaron Oriamendi causando numerosísimas bajas a la
Legión Británica, que a duras penas se refugió en
San Sebastián. La participación en apoyo de la retirada liberal de la marina real británica, con hombres y artillería de sus embarcaciones situadas en la bahía, impidió que el desastre fuera aún mayor.
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No obstante los liberales sufrieron alrededor de 1.500 bajas en esta acción, mientras los carlistas perdieron menos de la mitad. El escándalo llegó hasta el Parlamento británico, por considerar esta derrota un desprestigio para el Imperio británico. La actuación de
Lacy Evans fue duramente cuestionada por la prensa británica.
Espartero y Sarsfield volvieron a sus respectivas guarniciones y el movimiento conjunto resultó un total fracaso.